Es un protocolo especializado diseñado para combatir los brotes de acné y mejorar la condición general de la piel propensa al acné. Estos faciales utilizan productos y técnicas específicas para limpiar los poros, reducir la inflamación, controlar la producción de sebo y promover la cicatrización.
Característica del protocolo Anti-Acné
Limpieza Profunda: Se enfoca en eliminar el exceso de grasa, células muertas y bacterias que obstruyen los poros y contribuyen a los brotes de acné.
Control de la Grasa: Se utilizan productos que regulan la producción de sebo para prevenir la obstrucción de los poros y la formación de espinillas.
Reducción de Inflamación: Se incorporan ingredientes calmantes y antiinflamatorios para reducir el enrojecimiento y la inflamación asociados con el acné.
Extracciones Controladas: Se realizan extracciones de manera controlada y profesional para eliminar comedones (puntos negros) y espinillas sin dañar la piel.
Hidratación Equilibrada: Aunque se controla la grasa, se proporciona hidratación adecuada para mantener el equilibrio natural de la piel.
Estimulación de la Cicatrización: Se utilizan técnicas y productos que promueven la cicatrización de las lesiones acneicas para prevenir cicatrices permanentes.
Proceso de un Facial Anti-Acné
Consulta Inicial: La dra. evalúa la gravedad del acné para determinar el tratamiento más adecuado.
Limpieza y Preparación: Se utiliza un limpiador suave para eliminar el maquillaje y las impurezas superficiales, seguido de una exfoliación suave para preparar la piel.
Vaporización y Extracción: Se aplica vapor tibio para abrir los poros y facilitar la extracción controlada de comedones y espinillas.
Aplicación de Máscara Anti-Acné: Se aplica una máscara específica con ingredientes como ácido salicílico, azufre o arcilla, que ayudan a controlar el acné y reducir la inflamación.
Masaje Facial Calmante: Se realiza un masaje suave para mejorar la circulación y relajar la piel.
Aplicación de Productos Específicos: Se aplican tónicos, sueros y cremas hidratantes no comedogénicas para equilibrar la piel y prevenir futuros brotes.
Recomendaciones
Sesiones Regulares: Para mantener los resultados, se recomienda realizar faciales anti-acné de manera regular, generalmente cada 4 a 6 semanas.
Seguimiento Dermatológico: En casos de acné severo o persistente, es importante consultar a un dermatólogo para un tratamiento integral.
Cuidado Continuo: Adoptar una rutina de cuidado de la piel en casa que incluya productos adecuados para el acné puede maximizar los beneficios del tratamiento facial.